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Seguro que muchos de vosotros lectores habéis firmado algún que otro contrato de alquiler, o habéis tenido que redactar alguno. Si eres un agente inmobiliario, es probable que tus clientes te hayan pedido algún modelo o lo hayas necesitado tú. Hoy hablaremos sobre todo lo que necesitáis saber, seas inmobiliaria o busques tu nuevo hogar.

Existen diferentes motivos por los que un particular decide poner en alquiler su vivienda, ya sea porque lo tiene como forma de recibir ingresos extra a fin de mes, porque reside en otra casa, o porque la ha heredado… Sea cual sea el motivo, es muy importante tener claro una serie de conceptos del alquiler, que cambian respecto a un contrato de compra o un contrato de arras, independientemente de que vayas a inquilino o casero. 

Es muy importante, por ejemplo, de entre todas las personas que buscan vivir de alquiler en tu vivienda, intentar elegir al inquilino más serio y responsable posible. Alguien con quien te entiendas y creas que va a cumplir todos los puntos del contrato. En muchas ocasiones, inquilinos que no son de este tipo, pueden retrasarse en los pagos, pueden no aportar la fianza íntegra, no tener ningún cuidado con el inmueble, etc.

Lo mismo ocurre en el caso contrario, se han dado muchas situaciones en las que es difícil contactar con el casero cuando hay un problema con la vivienda, que no soluciona incidencias que pueden surgir y que estaban establecidas en el contrato como responsabilidad del casero o que simplemente alquilan la vivienda para desentenderse de responsabilidad sin atender a ninguna necesidad del inquilino. 

A continuación, os presentamos algunos puntos importantes que hay que saber a la hora de realizar un contrato de alquiler de una vivienda.

Tipos de contrato de alquiler

Antes de nada, hay que tener conocimiento de los distintos tipos de contrato de alquiler que existen. No es lo mismo alquilar una vivienda para que sea tu residencia habitual que alquilar una casa de manera temporal o de carácter vacacional. 

Existen varios tipos de contrato de alquiler, pero los tres principales se puede decir que son:

  • Contrato de alquiler de vivienda habitual
  • Contrato de alquiler temporal
  • Contrato de alquiler turístico

Es interesante saber que estos contratos estaban sujetos a las bases legales de 1998, sin embargo, el 1 de marzo de 2019 se estableció una nueva regulación para los contratos de larga y corta duración. El contrato de alquiler turístico no entraría aquí.

Contrato de alquiler de vivienda habitual

El contrato de alquiler de vivienda habitual se puede definir como un documento legal en el que un arrendatario, es decir, el propietario de la vivienda, pone a disposición del arrendatario, es decir, el inquilino, su vivienda cediéndole el derecho de uso y disfrute a cambio de una renta que se realizará con la periodicidad establecida en el contrato, aunque normalmente suele ser mensual. 

En cualquier contrato de alquiler de vivienda habitual tiene que haber una serie de puntos de que deben de estar siempre presentes para que sea un contrato de calidad, con garantías de satisfacción por ambas partes:

  • La cantidad que va a abonar el inquilino por el uso y disfrute de la vivienda.
  • La periodicidad con la que se va a abonar esta cantidad.
  • La duración del contrato. 
  • Las obras realizadas en el inmueble, en el caso de que las haya.
  • El derecho o no de ser subarrendado por parte del inquilino.

El contrato debe ser firmado por ambas partes para que tenga validez o, de no ser posible esto, por parte de ambos representantes legales con su autorización correspondiente.

En caso de que el contrato tenga duración inferior a los cinco años, llegado el plazo fijado, el contrato se irá renovando de forma anual en caso de que no se decida terminar con el contrato. Si por el contrario el inquilino decide abandonar la vivienda o, el casero toma la decisión de no continuar arrendando, ambas partes deben avisar con treinta días de antelación. 

Si quieres un modelo del contrato de alquiler de vivienda temporal os dejamos uno aquí

Contrato de alquiler temporal

En este caso, el contrato de alquiler temporal se define como un tipo de contrato en el que el arrendador cede el derecho de uso y disfrute de su vivienda amueblada a un inquilino durante un periodo corto en el tiempo. Normalmente el periodo nu suele ascender del año y suele ir dirigido a estudiantes o trabajadores que tienen que pasar un periodo corto de tiempo en un lugar por el curso escolar o por un proyecto determinado de trabajo. 

En este caso el inquilino debe dejar una fianza obligatoria que suele corresponder a dos meses de alquiler de la vivienda. 

Algunos puntos que son muy importantes que se establezcan en el contrato son:

  • El periodo de uso y disfrute que va a tener el inquilino.
  • La cantidad económica que debe pagar el inquilino a cambio.
  • El número de contacto del propietario para solucionar posibles incidencias. 
  • Dirección completa de la vivienda. 

Además, el inmueble debe ser entregado al inquilino en perfectas condiciones, de la misma manera que este debe devolver la casa en un buen estado. 

Te dejamos un modelo de contrato de alquiler temporal aquí

Contrato de alquiler turístico

Según la Agencia Tributaria, se considera un alquiler turístico cuando se produce la cesión temporal de uso de la totalidad de una vivienda amueblada y equipada en condiciones de uso inmediato, comercializada o promocionada en canales de oferta turística y realizada con finalidad lucrativa.

Para que se entienda de manera más clara, son aquellos contratos que se firman cuando vas de vacaciones y decides hospedarte en una vivienda a través de plataformas como Airbnb o Vrbo.

 Te dejamos un modelo de contrato de alquiler turístico aquí

Otros contratos de alquiler 

Aunque los más habituales son los contratos de alquiler de viviendas, existen otros tipos que es muy posible que en algún momento te topes con ellos, ya sea como arrendador o como arrendatario. Como es de suponer, al no ser una vivienda lo que se busca alquilar o ser alquilada, algunos puntos de los contratos cambian y es de gran valor tener conocimiento de ello.

Otros tipos de alquiler que debes conocer son: el contrato de alquiler de un garaje, el contrato de alquiler de un local o el contrato de alquiler de una habitación.

Contrato de alquiler de un garaje

Se suele dar el caso de manera muy habitual que una persona resida en una vivienda que no cuenta con una plaza de garaje para el coche. Por ello, es muy normal buscar alquilar una plaza en un parking público o en uno privado para guardar el vehículo. 

Tanto si eres arrendador como arrendatario, hay una serie de cláusulas que debe tener el contrato. 

  • Si la plaza de garaje viene con trastero.
  • Si existe la posibilidad de subarrendar la plaza.
  • La fianza que debe abonar el arrendatario para el uso y disfrute.
  • Debe especificar quién se hará cargo de los gastos de la comunidad de vecinos. 

Os dejamos un modelo de contrato de alquiler de garaje aquí

Contrato de alquiler de un local

Un contrato de alquiler de un local o comercial, lo primero que debe establecer es el fin para el que va a ser utilizado, es decir, en caso de que sea para una panadería, por ejemplo, debe quedar establecido en el documento legal, independientemente de que tanto el contrato de alquiler de vivienda como el de local están regulados bajo la Ley de Arrendamientos Urbanos. 

Además, debe incluir otros datos clásicos de todos los contratos, como son los datos de ambas partes, la duración del contrato, la cantidad económica de la renta y la periodicidad con la que se abonará, etc. 

No obstante, tiene algunos puntos distintos que son interesantes para tener en cuenta:

  • Debe establecer si el local pertenece a una comunidad de vecinos.
  • Tiene que incluir los metros cuadrados del local.
  • Si dispone de plazas para aparcar.
  • La referencia catastral.

Te dejamos un modelo de contrato de un local aquí

Contrato de alquiler de una habitación

Este tipo de contrato hace referencia al arrendamiento de una habitación dentro de una vivienda, por parte de un inquilino, la cual puede ser compartida por varios arrendatarios. En el caso de que sea en una vivienda compartida, las zonas comunes como el baño, la cocina… serán compartidas por todos los inquilinos del hogar. 

Al igual que el resto de contratos, debe incluir algunos aspectos como la duración, la cantidad a la que asciende la fianza, en caso de que haya o si existe la posibilidad de subarrendar la habitación. 

Te dejamos un modelo de alquiler de una habitación aquí

Aspectos importantes de un contrato de alquiler

Existen dos aspectos a conocer en profundidad muy importantes dentro de los contratos de alquiler. Estos son: la prórroga o renovación de un contrato de alquiler y la rescisión de un contrato de alquiler. 

Renovación y rescisión de un contrato de alquiler

Lo primero que hay que tener en cuenta es que un contrato de alquiler se puede firmar como máximo con una duración de cinco años, en caso de que sea una persona física, y siete años en caso de que sea una persona jurídica.

Si se alcanzan estos tiempos y el propietario o el inquilino no comunica su deseo de que el contrato se extinga, este se renovará automáticamente un año más, pudiendo llegar a un máximo de tres años si así lo desea el inquilino. 

En el caso de que se haya firmado un contrato de más de un año, pero el arrendador desea recuperar su vivienda antes del año, deberá avisar con dos meses de antelación al inquilino, de lo contrario tendrá que esperar a la finalización del contrato. Además, sólo podrá recuperar la vivienda si es para el uso propio o el de algún familiar. 

En el caso de que al finalizar el contrato, ambas partes quieran renovar, simplemente se realizará un nuevo contrato de alquiler que se irá renovando de manera anual. 

Si por el contrario, alguna de las partes no quiere renovar, se comunicará con un tiempo determinado de antelación. En el caso del arrendador, deberá avisar con cuatro meses de antelación, en el caso de arrendatario con dos meses de antelación. 

Como habéis podido ver, independientemente del tipo de contrato que sea, todos tienen sus diferencias y aspectos legales que tienen una gran importancia para elaborar un contrato de alquiler de una vivienda de manera correcta que carezca de vacíos y que pueda establecer una relación arrendador arrendatario fructífera para ambas partes.

Para lograr esto, es importante que desde el momento de la búsqueda de vivienda, local, garaje o habitación leas bien las condiciones y requisitos, que encajen con lo que buscas y deseas. 

Recuerda que aunque lo que busques es alquilar, desde Qlip te ayudamos con todos los trámites de servicios y suministros de tu hogar de manera totalmente gratuita.